No quiero se tu segunda opción, ni tu "cuando se pueda", ni tan si quiera tu límite inmoral. Creo que puedo seguir siendo yo y tú la misma que me encontré. No han hecho falta palabras nunca así que podemos ser lo que el tiempo nos diga que seamos.
Ahora quiero ser tu amigo, el ajeno a todo, el lejano y ausente pero que aparece cuando se le necesita. Quiero ser el que te da la mano y no propone un "no" por respuesta. Quiero ser tu salida de la rutina y de los problemas, y muy de vez en cuando quiero ser el que te abrace.
Quiero ser o dejaré de serlo.
A.
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