martes, 4 de diciembre de 2012

En escena





Hace ya tiempo que no escribo, que no me miro hacia dentro y pienso. Quizás no lo he necesitado o no he tenido tiempo. Quizás, sencillamente, no he querido pararme a pensar en este tiempo.
Las notas se alargan, las luces se apagan, el mar está en calma. Entra en escena un caminante con paso sosegado pero firme, paseando sobre un fondo en blanco. Día a día, su promesa al otro lado del charco se hace más realidad; día a día, escribe menos sobre tachado. La inspiración surge sin melodía alguna y ante la sorpresa manda callar al silencio. La música lo envuelve, lo motiva, lo invade de vida. Demostrado lo demostrable acepta lo perdido y aún hoy lo refleja en cada paso, en cada momento que puede equivocarse. Sonríe, asiente y suspira al descubrirlo de nuevo, al girarse y ver al camino hacer pendiente. La noche le acecha con sus traidoras estrellas. Con una luz mentirosa de hace muchos años, del pasado o no vivido. Quizás por ello las mira y observa, piensa y sueña. ¿Con el futuro o con el pasado? Quién sabe, pero esa luz viene de antes. Ahora duerme acurrucado en su manta por el viento y aunque deja atrás lo que no quiere, sabe que duerme bajo su antiguo firmamento.
Qué fácil, qué rápido, no sé cómo no he escrito mucho antes. Encuentro el significado en cada palabra, me encuentro a mí mismo entre algunas de mis líneas. Pienso que sí que he pensado en todo este tiempo, aunque me niegue con los ojos cerrados.


A.

domingo, 14 de octubre de 2012

Gira en la siguiente.


Rutina de las Vena (parte 1) by Gritando en Silencio on Grooveshark
Rutina en las Venas (parte 2) by Gritando en Silencio on Grooveshark


Una lágrima recorre tu rostro
Nada corta su recorrido
Fría y densa resbala
Hasta el infinito.

Intentas ocultarla pero no puedes,
Ella sigue descendiendo 
Oscureciendo 
Tu más hermoso pensamiento.

La enjugas y sonríes
Pero solo pretende engañarte 
Porque vuelve a brotar entre tus ojos 
Y tiemblas, hace frío.

Todo desaparece,
Estás solo, no hay salida, 
El suelo ya está mojado 
Y el único causante, tú 

Miras al cielo en busca de la señal,
De pronto, la encuentras. 
Pequeñas gotas se unen a tus lágrimas 
Ahora, llueve. 

Extiendes los brazos
Cierras los ojos 
Quieres desaparecer 
Pero sigues ahí, solo. 

Chillas lo más fuerte que puedes
Nadie te escucha 
Te sorprendes, alguien aparece, 
Una pequeña mariposa 

Intentas cogerla pero no puedes
Ella vuela cada vez más alto 
Y más, y más… 
La miras pasmado 

La envidias completamente:
Sus alas, sus colores… 
Quisieras ser ella 
Pero no lo eres. 

Te sientes vacío, inútil.
El final parece cerca 
La mariposa se pierde a lo lejos 
Y el mundo se cierra ante ti. 

Pero algo pasa, algo extraño
Sientes calor en tu espalda 
Sientes olor a perfume 
Sientes que alguien te abraza 

Reconoces su olor
Reconoces sus manos 
La luz te ciega 
Es ella. 

Un susurro termina por acariciar tus oídos:

“El mundo no se acaba, solo gira muy rápido”


Hace muchos años, sobre un pupitre y un papel.

A.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El sueño más hermoso del mundo


Stairway To Heaven by Led Zepelin on Grooveshark

Estoy realmente cansado, mis ojos entreabiertos se esfuerzan por no cerrarse, me duelen. Pero pienso y recuerdo el mundo que hemos creado en unos cuántos días y todavía no me atrevo a olvidar.
Me he despedido con paciencia de todos y cada uno de los que me han acompañado en este gran sueño del que me da miedo ahora despertar. No he derramado lágrimas en la despedida, las he soltado para mis adentros, manteniendo la compostura, como si nada fuera a cambiar.
Sin la certeza de volver a ver a las personas que se despedían de mí las dejaba marchar, unos antes y a otros despues, pero a todos, hasta que tan solo quedábamos dos en dirección al último transporte. Miraba el suelo con una sensación extraña, estaba cerca de casa y lo último que vería del maravilloso sueño lo tenía a mi lado. Estaba asustado y mis palabras se ralentizaban por momentos. La última despedida rápida, con prisas, emotiva, sin poder mirar atrás pero sintiendo, sintiéndolo mucho. No sabía el qué, pero me estaba dejando algo, algo importante para mí.
A falta de 5 minutos conseguí subir a mi último medio de transporte, al más corto de todos, por tierra firme. Dejé mi equipaje, me senté, me puse mi música y el tren comenzó a moverse. En ese preciso instante, cuando sabía que la próxima parada era mi destino final me sentí solo, vacío y triste. Miré a mi izquierda y no vi a un muchacho con acento venezolano, fuerte, mirando a la nada, pensativo por muchas cosas, demasiadas cosas. Un hombre muy parecido a mí, pese a las apariencias que siempre engañan. 
Al otro lado del pasillo tampoco escuchaba a nadie meterse con la gente, reir, bromear, sonreir y hacer que cualquier momento del día pudiera ser un momento divertido y único. Sin duda alguna, era la medicina contra cualquier pensamiento o momento inoportuno. No la veía mirando detrás mía, señalando y buscando una reacción de otro tipo. Un tipo que intentaba ignorarla, mirando hacia todos lados, con sus gafas al borde del abismo, sobre la punta de la nariz, evitando las miradas inquisitivas que soportaba día y noche, pero sonriendo en silencio. Pensando su próximo: ¿Y tú que prefieres? Me di cuenta que a su lado tampoco estaba el hombre serio, el que sus palabras pronunciadas se elevaban al cuadrado cada día que pasaba, el primero que pensé que compartía gustos similares a los míos, al que había que mirarle seriamente para hacerle reir. Volví la vista hacia delante y recordé que allí casi siempre tenía un tipo que estaba sobre sus rodillas mirando hacia detrás, con su cara de niño bueno, su dulce voz y sus ganas de preguntarle a todo el mundo sus cosas personales. ¿Quién te gusta? ¿Quién no te gusta? ¡Cuéntame tu vida, jo! Y de vez en cuando intentaba mandarnos a tomar por saco en catalán, en su ansia de aprender el idioma. Un personaje pecualiar que demostró que una primera impresión podía ser cambiada.
Entonces recordé al tipo solitario, al más solitario de todos, que en algún punto del vagón, no muy lejos, debía encontrarse escuchando música o cantándola a veces con la chica terremoto, un hombre inteligente con el que no te podías perder jamás en Nueva York. Un tipo con el que compartí unas vistas espectaculares y unos grandes paseos bajo los rascacielos.
Faltaba alguien, alguien más que venía siempre con nosotros, la persona que hace más tiempo que ya no veo porque marchó la primera y ya no la volví a ver. Debía estar al lado de la otra muchacha, sonriéndome desesperada, por cada una de las cosas que soltaba su amiga que nos hacían reir, por absurdas que fueran. Una chica responsable, inteligente, que su palabra siempre debía ser tenida en cuenta porque algo aportaba. Una chica genial, con la que sabía entenderme en cada momento y con la que nunca supe si me faltaron o sobraron palabras que decirle.
Pero no, allí no había nadie de esas personas y una lágrima se me escapó. Miré por la ventanilla al horizonte, donde habían campos labrados y no un río con un larguísimo puente. Sentí que esas personas no estaban en este nuevo tren que me despertaba a mi realidad. La lágrima calló lentamente mientras intentaba ocultarla mirando a la nada, pero constante siguió cayendo. Minutos despues debíamos llegar a Nueva York pero esta vez mi tren no paró allí.

Aquel sueño, aquella ciudad, ya parece muy lejos cuando hace nada estaba allí. La gente que conocí allí, de todas partes del mundo, que en cuestión de días sintieron tanto como para dejár lágrimas a nuestra partida. Gente inolvidable que quisieron y se dejaron querer.

Necesito administrar ese aire, el que me han dado todos ellos y respirarlo, poco a poco, para sentirme mejor. Quizás mi vida está aquí, pero ahora se, que si algún día deja de estarlo, en cualquier otro lugar tengo más vida, vida para mucho más. Una parte de mí se ha quedado por diferentes zonas, en diferentes tierras y no pienso dejarla morir.

Me muero de sueño pero el dolor que me supone despertar del sueño más hermoso del mundo y de mi vida... es mucho más que el placer de volver a soñar. Vosotros sois mi sueño, el sueño que jamás había soñado.


A.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Persiguiendo un sentimiento


Tientos by Hora Zulu on Grooveshark

Al otro lado del charco algo cambia, ante mi asombro, lo acepto. A más de 5000 kilómetros de agua más otros 1000 de tierra mantengo la costumbre de enfrentarme ante un papel, con mis letras, con mi música, reto a cada uno de los espacios en blanco que se me presentan. Hoy los derribo sin miedo, sin pasado, con presente. Dime qué ves, quién soy, soy alguien diferente, diferente en mis entrañas, donde las páginas pasan y los capítulos empiezan. Harto de darme cabezazos vengo a cabalgar, a conocer a otra parte. Hoy por fin he aparecido, fuera de los cuentos, fuera de mis hadas, dentro de un nuevo mundo. No espero más que “nada”, si “nada” ya es esto. Solo quiero esto, o sea nada, que ya es mucho, mucho más de lo que necesitaba. Perdí el norte y por fin me encontré al oeste. Cómo no, mantengo a los de Granada de fondo, golpe a golpe, verso a verso. Maldita libertad, mi mente se excita persiguiendo un sentimiento. Y lo encuentro, y lo quiero. Solo pido conservarlo un tiempo hasta que atraviese el océano. Luego cambiaré, cambiaré lo que no quiero.

Cuando te canses de todo, cruza el charco. Allí todo es distinto.


A.

domingo, 29 de julio de 2012

Pienso qué piensas


Black by Pearl Jam on Grooveshark




Pienso qué piensas
Sin preguntarme lo que pienso
Para el tiempo que te quedas
Es más por lo que siento

Si pensara en el reloj
Retrasaría las horas sin pensar
Haciendo de la noche
Un pensamiento sin final

Pensar pensé que si pensaba
Me moriría de tanto pensar
Que con el tiempo que pasaba
Más tiempo quería pasar.

Si piensas en lo que pienso
Te asustarías de tan solo pensar
Porque hizo falta menos de un minuto
Para que lo pensara sin dudar.

Siempre pensé que el mejor pensamiento
Es aquel que surge sin pensar
Donde la intuición se fortifica
Y ya nadie te puede frenar.

Al final pensaré que estoy pensando
Que pienso demasiado a mi pesar
Que el tamaño del tiempo no es nada
Si pienso que lo que quiero es no pensar

 
A.

jueves, 19 de julio de 2012

Pensar es trampa




Trigger by In Flames on Grooveshark


“Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes,
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.”



Aunque tú no lo sepas de Luís García Montero

martes, 26 de junio de 2012

¿Dónde? Mira, allí...





Where Is My Mind ? by Pixies on Grooveshark


La noche era más próxima a la llegada del sol que a su partida. Aramis apuró hasta encontrar una sonrisa que le dejara dormir. Cabizbajo y sin apenas esperanza, se dejó llevar al paso de su caballo hasta llegar al establo. Bajó de la montura y lo acarició mientras le susurraba algo al oído. Algo que le decía todas las noches, por cada una de las noches que continuaban con vida. El aire puro de la montaña, el calor de la sangre después de una batalla, la tímida luz de una puesta de sol… su vida. El uno sin el otro no habría sobrevivido, después de todo.

En ese momento, dos bastardos aparecieron desde las sombras por la espalda. Los hombres habían decidido probar el filo de su espada cuando intentaron asaltarle. Las espadas se cruzaron incontables veces y Aramis, sin iniciativa alguna, consiguió repeler cada uno de los ataques de la mejor forma posible. Ninguna de las heridas fue mortal y primero acabó con uno, y luego con el más bajo de los dos. Aquellos hombres debían haber sido enviados por alguno de sus enemigos. Vivir con honor y por la seguridad del pueblo tenía sus consecuencias. Ya estaba acostumbrado al peligro que le acechaba día tras día pero nunca le habían esperado en su propio hogar, temporal, pero su hogar. Cuando la victoria ya era suya se derrumbó, debilitado por la pérdida de sangre, mareado y confundido por el sobresalto. Su conocimiento se perdió durante un par de horas.

Cuando despertó estaba en su cama, solo y con la vida entre sus brazos. Tan solo pudo recordar lo que vio mientras perdía el conocimiento tumbado en el suelo: Unos pies se le acercaban con paso decidido. No supo cómo ni por qué, pero aquello que fuera lo que le salvó, le alejó de sus mayores temores durante un instante.

De esa persona tan solo pudo discernir su gran lunar, lo que la diferenciaba de las demás.


A.

sábado, 21 de abril de 2012

Con las prisas volaeras

  Nuestro Entonces by Hora Zulu on Grooveshark
A Don Rafael by Hora Zulu on Grooveshark



-¡Hola diario! Te preguntarás porqué te escribo hoy, después de tanto tiempo. Pues mira, no puedo dormir. Aunque realmente no sé porqué te llamo diario si tan solo eres una libreta medio destrozada, a la que le han quitado casi todas sus hojas con delicadeza (o tampoco). Ahora tan solo te quedan… a ver que cuente… ¡Dieciséis hojas! Con lo grande y fuerte que eras y lo débil y flacucha te has vuelto. Bueno, al menos todavía te queda espacio para hacerme compañía esta noche, siempre has estado ahí. Aunque ya no te quede mucho, cualquier día desapareces y me dejas sorprendido, furioso y dolorido. ¿Quién me acompañará las noches como hoy?
- Otra libreta.
- Pues no, tu eres especial y será difícil suplantarte. ¡Cuántas cosas transmito sin decirlas, eh! Jo… ¡Cómo me ayudas! Por cierto, ¿sabes qué? Hacía muchísimo tiempo, desde París creo,  que no escribía a mano.
- Ya bueno, nunca has tenido una buena letra.
- No era necesario eso… mira que te arranco otra hoja. No te preocupes, admito que no me gusta mi letra. Estoy pensando que si todo lo que he escrito lo hubiera hecho aquí, ahora mismo solo serías dos tapas de cartón. ¿Dieciséis hojas? Bah… eso con un par de sucesos y una musa lo relleno.
- Eres un cobarde.
- No te atrevas… ahora ya no tiene sentido no serlo. Parece ser que hace tiempo perdió el sentido.
- Valoras en exceso algunas cosas puntuales e infravaloras lo que siempre tienes.
- Puede, pero no todo. ¿Cuánto tiempo llevas ahí en el armario empotrado esperando a compartir tu papel con mi tinta? Siempre ahí y ahora, justamente ahora, te necesito. Realmente lo he hecho siempre, aunque te llenes de polvo. Con las demás cosas te diferencias porque siempre estás ahí, no te puedes mover, aunque te queda poca vida…
- Desde hace tiempo, he creído que ya no me necesitabas, que estas noches habían acabado, quizás porque ya estoy mayor.
- Prometo escribirte todos los días “te necesito” hasta que tus hojas se acaben, y cuando se acaben seguiré por las tapas y cuando ya no quede un hueco en blanco donde quepa “te necesito”, entonces comenzaré a introducir nuevas hojas que graparé (sin hacerte mucho daño) y continuaré escribiéndote que te necesito hasta que te quede claro y suplante todos estos años olvidados.
- Hermoso pero ya sabes que odio que me taches, aunque hoy lo hayas hecho poco.
- Lo sé. Pero mis dudas están presentes siempre.
- Te lo perdono mientras cada mañana me despierte para escuchar que me necesitas. Y no te equivoques cuando escribas eso precisamente y tengas que tacharlo.
- De eso estoy seguro. Casi llevo dos hojas, ni pizca de sueño. ¡Joé! Me quedan cuatro horas y media.
- ¿Te habías planteado hablar con una libreta cuando te has levantado a por mí?
- La verdad es que no, pero necesitaba compañía y que alguien me escuchara. Eras la primera en la lista.
- ¿Has sacado algo en claro?
- Que te necesito.
- Por eso sigo aquí.


A.

miércoles, 18 de abril de 2012

Un papel al que enfrentarme


tu eres eso by El Puchero del Hortelano on Grooveshark



Manteniendo la costumbre de un papel al que enfrentarme
En un tosco mundo, en mi mundo, de verdades
Miré  para fuera, por el cuello de la botella
Manteniendo la elegancia o eso que dios quiera.

Pausé mis minutos en la primavera,
La de más de mil años, que me muera.
Donde creía que vivir era para siempre
Mientras escribiera y soñara suficiente.

Zarandeé cada rincón de mi cabeza
En un amago de templanza, talante y soberbia
Y no encontré más verdad en la vereda
Que la de un hombre que amaba, compañera.

En su más simple gesto
En su mirada más  esquiva
En el más lejano de sus sueños
La ama, donde quiera.

A.



P.D.  Por todas aquellas veces que no lo he dicho, lo he ocultado o lo he mentido. Por todas aquellas cosas que he evitado. Por lo que no he escrito aun sintiéndolo en lo más profundo.

jueves, 1 de marzo de 2012

The sun will shine


The Day That Never Comes by Metallica on Grooveshark



¿Por qué me enamoraré siempre de la primera persona que veo y me presta un poco de atención? Menuda pregunta más tonta. Suficientemente tonta como para bucear en la memoria. Esa memoria que da sentido y me destruye. Jo, qué distinto podría haber sido todo y qué difícil repetirlo. Memoria eidética diría yo que tengo, esa que te recuerda el más mínimo detalle, el segundo justo, el milímetro concreto, el compás exacto. Esa memoria que no olvida, por más que quieras. Algún día, será valorado, y me sentiré bien, muy lejos de aquí.

Todo comenzó con esta canción que brilló y se apagó, brilló y se apagó, lo juro.

A.