jueves, 12 de diciembre de 2013

Golpes de realidad





Rompamos el silencio que nos domina
Las cadenas donde nuestros labios ardían
Aunque no sea de noche
Ya que tampoco es de día.

Recordemos todo aquello que nos de miedo
Las pequeñas grandes cosas que nos intimiden
Más ciegos seguiremos si no lo hablamos
Más tristes los que no lo griten.

Golpeemos la realidad tras la ventana
Luchemos bajo la sombra de una acacia
La diosa maldita que nos separa
Tan lejana y desorientada distancia.

Cuéntame el secreto bajo tu lengua
De  fuego, cenizas y sentimientos
Invade el papel sobre el que escribes
Escucharemos la soledad de tus pensamientos.

Persigamos insaciables los instintos
por los rincones de nuestra memoria
Con la cautela de no pararnos
Ya que olvida a quienes recuerdan.

Hablemos de la magia en los cuentos
De desvivirse en cada viaje
Hagamos del mundo nuestro lienzo
Y de las heridas, nuestro arte.


A.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Juego de sombras.




Juego de sombras que bailan para ti. Te mueves entre ellas rompiendo los esquemas de la luz que no consiguen alcanzarte. Te deslizas en la penumbra atravesando calles y vías de tren que te dividen en dos. Dejan cada parte en un lado, cada sentimiento en su lugar, cada momento en su tiempo. Bajo el mar de sombras cabalgas hasta un lugar más oscuro todavía, donde la fina línea que dibuje tu sombra sea casi imperceptible. Es la delgada marca que separa tu existencia del mundo, tus sueños de la realidad y tu memoria del presente. Como todo en esta existencia que se divide en dos. Cielo e infierno, blanco y negro, la verdad y la mentira. Tú y tu sombra seguís el mismo tempo, ella marca el ritmo y tú pruebas con la melodía. Perfilas tu sombra en el suelo, en un árbol o en cualquier molino abandonado. Disfrutas jugando con las inclinaciones, los tamaños, incluso con los colores que pareces crear. Ella te guía aunque te pierdas, aunque te abandones y necesites soledad. Es la prueba más natural de tu existencia. Y ahí residirá tu esencia, en la que por más que cambie de forma seguirá siendo la misma, junto a ti.

Bailarás con ella pero dejarás que te lleve, porque tú no sabes bailar.

A.