lunes, 2 de diciembre de 2013

Juego de sombras.




Juego de sombras que bailan para ti. Te mueves entre ellas rompiendo los esquemas de la luz que no consiguen alcanzarte. Te deslizas en la penumbra atravesando calles y vías de tren que te dividen en dos. Dejan cada parte en un lado, cada sentimiento en su lugar, cada momento en su tiempo. Bajo el mar de sombras cabalgas hasta un lugar más oscuro todavía, donde la fina línea que dibuje tu sombra sea casi imperceptible. Es la delgada marca que separa tu existencia del mundo, tus sueños de la realidad y tu memoria del presente. Como todo en esta existencia que se divide en dos. Cielo e infierno, blanco y negro, la verdad y la mentira. Tú y tu sombra seguís el mismo tempo, ella marca el ritmo y tú pruebas con la melodía. Perfilas tu sombra en el suelo, en un árbol o en cualquier molino abandonado. Disfrutas jugando con las inclinaciones, los tamaños, incluso con los colores que pareces crear. Ella te guía aunque te pierdas, aunque te abandones y necesites soledad. Es la prueba más natural de tu existencia. Y ahí residirá tu esencia, en la que por más que cambie de forma seguirá siendo la misma, junto a ti.

Bailarás con ella pero dejarás que te lleve, porque tú no sabes bailar.

A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario